Cuando mi lienzo no quiere ser descubierto, cuando los minutos no saben de lo que hace a sus espaldas el tiempo, cuando ya todo esta dicho, cuando no hay mas que decir, me siento aquí para crear nuevos adjetivos, nuevos verbos que conjuguen con tu ausencia. Cuando las musas ya no quieren venir, cuando los muros de mi habitación se quieren caer a pedazos, cuando el recuerdo de lo vivido divaga bajo las cenizas del silencio, cuando dejo de ser yo, cuando ya no seas tú, mis manos tiemblan de frió en este verano incontrolable, sediento de caricias que no llegaran.
Será que los días pasan en vano, que las tardes caen de prisa y las noches ya no son lo que era, pero tengo la certeza que el mundo no te es tan indiferente, quizás sea parte de mi delirio al extrañarte, daños secundarios que me dejaron tus besos imaginarios, gastos de papel que mis manos han confesado. Pero no estoy del todo loco, en el fondo de mi subconsciente aun queda espacio para la practicidad, por eso que estoy aquí inventando maneras de decirte que me haces falta, que la vida se hace complicada contigo, pero sin ti se hace insoportable.
Entonces me pongo a recordar que cuando el sol aparece por mi ventana, cuando la luna coquetea con mis espejos, cuando el cielo abriga con su manto estrellado mis dulces maneras de imaginarte, me siento más imperfecto, pero a la vez más humano, y puedo sentarme aquí con un papel en la mano y sin mas que nostalgia en las venas poder preguntarme… ¿Qué fue de nosotros?
Será que los días pasan en vano, que las tardes caen de prisa y las noches ya no son lo que era, pero tengo la certeza que el mundo no te es tan indiferente, quizás sea parte de mi delirio al extrañarte, daños secundarios que me dejaron tus besos imaginarios, gastos de papel que mis manos han confesado. Pero no estoy del todo loco, en el fondo de mi subconsciente aun queda espacio para la practicidad, por eso que estoy aquí inventando maneras de decirte que me haces falta, que la vida se hace complicada contigo, pero sin ti se hace insoportable.
Entonces me pongo a recordar que cuando el sol aparece por mi ventana, cuando la luna coquetea con mis espejos, cuando el cielo abriga con su manto estrellado mis dulces maneras de imaginarte, me siento más imperfecto, pero a la vez más humano, y puedo sentarme aquí con un papel en la mano y sin mas que nostalgia en las venas poder preguntarme… ¿Qué fue de nosotros?
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