martes, 13 de enero de 2009

MONOLOGO


Pasamos todo el tiempo disfrazándonos de personas que odiamos, comprando cosas que no nos hace falta, fingiendo ser felices en lugar de intentar ser felices, fijándonos en la vida de alguien que no conocemos, prejuzgando a gente no desea ser juzgada. Vamos de prisa en busca de sonrisas pasajeras, corremos sin rumbo por caminos equivocados, pisoteando lo que esta a nuestro paso, sin sentir un poco de misericordia. Nos volvemos egoístas, ciegos e inhumanos, nos olvidamos de vivir y creemos que nada es suficiente, sin saber que la felicidad esta en las pequeñas cosas que pisoteamos cuando salimos buscando un poco de alegría fingida, en busca de cosas que cuando obtenemos ya no nos interesa.

No entendemos muchas partes del camino, por eso nos desviamos constantemente, distorsionamos nuestra ruta llenándonos con mentiras que nadie mas se las cree, dibujamos mapas para buscar tesoros que no existen, inventamos mentiras que se vuelven verdades absolutas con el pasar de los años. La vida se disfraza de duende a veces y te deja una olla de oro, nosotros pensamos que una olla como esa nos hará muy felices, sin embargo con los años y los golpes, nos damos cuenta que la felicidad no viene en ollas ni tienen ese color tan deslumbrante.

La vida es un instante de magia que talvez no sea eterno, pero dura lo suficiente como para que el publico se ponga de pie y aplauda. Es como una canción donde nosotros le ponemos la letra y el ritmo, las rimas y los versos nos pertenecen, de nosotros depende que tan fuerte se oiga nuestra melodía. Aunque la vida no sea tan sencilla como nosotros hubiésemos querido, no tengan miedo… nadie se ha muerto por atreverse a vivir.

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