sábado, 3 de enero de 2015

LLUVIA

Aquel invierno tuvo pocas noches para dormir, generalmente despertaba de madrugada temblando de frio, recordando tu nombre, rellenando tu vacío con almohadas sobre la cama. Me preguntaba que calle estarás caminando ahora mismo, en que noche, bajo que lluvia.
En esa ciudad fuimos un par de desconocidos que jugaban a huir del destino, de la rutina, pegando gritos de rebeldía, bebiéndonos de a poco la vida en copas de alcohol. Los mejores inviernos las pase entre tus piernas, escarbando tu ternura a punta de besos.
Dedicaría la mitad de mi tiempo en pensar donde estas, bajo que cielo, en que noche, bajo que lluvia. Y la otra mitad ....la dedicaría a buscarte.

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