viernes, 22 de abril de 2011

MADRUGADAS VIII

Sentado en este lugar tan extraño, lleno de palabras pero vació de emociones, puedo imaginarte llegar, tocar mi espalda y agacharte a ver lo que escribo. Sentir tu respiración, como aceleran tus latidos cuando estas muy cerca. Puedo imaginar como se van las horas, como se caen los relojes, como pétalos de flores en ese jardín tan profano que es nuestra historia.

Daría lo que sea por tocarte, aunque sea en versos, que llegues a tiempo y hacerte el amor entre verbos, ponerte adjetivos que vayan acorde a tu locura. Mientras tanto no estas, no llegas, desapareciste con ese enorme silencio que es la distancia.

2 comentarios:

Diamante de sangre dijo...

Gracias que la distancia está sobre todo en nuestras mentes y podemos saltarla a nuestro antojo, imaginando que estamos juntos, asi la vida pasa y nos sentimos cerca, verdad amigo?
Comprendo cada palabra que dices, cada sentimiento que dices tener, así me siento yo en mis noches...
Un besito

Anónimo dijo...

Me encanta!
Erika Lovo