Llegaste sin avisar, entre bostezos de media luna y muertos malheridos, bajo mi cama solo existe tu aroma, ahora cada vez que sueño estoy caminando a tu lado, protegido por la espesa niebla de tu alma. Lo que quedó de mi ya casi no se me parece, ahora soy tan distinto que hasta el espejo me echa de menos.
Pero llegaste tú, para dibujarme la vida a colores, para moldear nuevamente de barro a este Adan que todavia no entiende de pecados. Eva...cuando me daras esa manzana que me logre despertar?.
2 comentarios:
uy, uy!!! jiji, que lindo, yo te daré la manzana, quieres? jaja, dulce Adán, que bello escribes.
Me ha encantado y has dibujado una sonrisa en mis labios...
Besitos
Muerde, tú muerde...total, después viriguas.
Tere
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