Despierto, camino, bostezo y me miro en el espejo, como envejece el mundo cuando uno cierra los ojos un instante. El agua fría abriga mi cuerpo, el reloj me dice que son las seis, todos duermen bajo este cielo que enmudece. Me visto como todas las semanas, camisa y zapatos del mismo color, el día que deje de odiarlos empezaré a odiarme a mi mismo.
Tomo el mismo bus, me bajo en el mismo lugar, y me cruzo con la misma gente, el sol se oculta sin poder darme cuenta y el reloj me dice que ya todo terminó. Es cuando tu apareces y vuelvo a comenzar, escribiendo con tus manos una nueva historia que hable de nosotros, que te llene de halagos y palabras dulces, mi musa nocturna, mi pequeña pieza de rompecabezas, mi destructora de rutinas.
3 comentarios:
Quien fuese esa musa nocturna...
Me ha gustado mucho, como siempre eres irresistible en cada reglón.
Un beso
Y al caer la noche, gracias a ti, mi simple día, se convierte en un gran dia...
Gracias pitusa, tengo esa suerte de tenerla. Sin ella mis noches solo serian un silencio oscuro.
Yolanda que bueno tenerte aqui y cambiar tu dia. Me pone contento saberlo.
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