Tus labios son ese par de alas que vuelan libre por el cielo, de vez en cuando me habla de las nubes, de los colores que trae el arco iris, de la forma de la luna cuando llegan los eclipses. Nadie mas que tus labios para contarme historias, donde yo soy el ogro y tu la princesa. No me importa ser el capitán Garfio o Peter Pan, ser el lobo feroz o el leñador, no me importa ser el gran gigante o tus fréjoles mágicos. Tu siempre seras mi princesa, y yo, seré quien tu quieres que sea.
Tus labios son ese par de ventanas que se abren deliciosamente cuando te miro, cuando me acuesto en tus piernas mientras cae la tarde. Me gustaría una noche secuestrarlos, hacerlos míos, escribir mi nombre al compás de tus gemidos. Y algún día de Noviembre, lo confieso desde lo mas hondo de mis delirios, anhelo que esos labios me piensen, se sienten a mi lado y puedan decirme : "quédate conmigo"
1 comentario:
Por poco se me escapó leer tu tercera confesión y es el más bonito, lo sentí tan especial.
Me alegra que hayas recibido el SI de aquellos labios.
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