viernes, 11 de noviembre de 2011

CONFESIONES I

Cada vez que te veo podría ser la última, y ese juego de no saber o no tenerte me fascina. No te hago preguntas porque no cambiaria en nada este camino que tomamos, no espero nada del futuro porque tú no me permites llegar, ni yo te permito soñarme. En el fondo me gustaría quedarme, saber cómo amanece, como llegan los días contigo, intentar ser tu amigo, tu poeta, tu amante, lo que me pidas que sea. En el fondo me gustaría convencerte, dibujar un corazón con forma sugerente, desnudarte con la mirada, explicarte de las tantas formas que aprendí a conocerte. No me preguntes porque lo hago, solo déjame intentarlo.

Ayer pase por tu calle y me dio escalofríos, tenía miedo quedarme, volver tantas veces hasta no encontrar salida. Pedirte que no te alejes demasiado, que a veces le haces falta a mis líneas, a mis ganas de tocarte en secreto, a la clandestinidad de tus besos. No tengo remedio, no hay vacuna para mis delirios. Cada vez que te veo podría ser la última y esa sensación de no saber o no tenerte me permite seguir. No porque tenga esperanza alguna, sino por la sola razón de saber que estoy vivo y que pronto puedas besarme una vez más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me quedo con la frase última "No porque tenga esperanza alguna, sino por la sola razón de saber que estoy vivo y que pronto puedas besarme una vez más"...

Si así lo deseas, así será... no es una esperanza es una convicción.

Abrazos alados y buen fin de semana!

Unknown dijo...

Igualmente para ti. Gracias por pasar por este lugar.