Suicidio? lo tengo cerca, viene cada noche, me habla bajito, me enamora, me dice lo que yo quiero oír y luego se marcha riéndose de mi. La sola idea de despedirte sin decir adiós lo deja mal visto, como un gesto de mala educación, uno no puede ser grosero con la vida. Al fin de cuentas, es la estación del camino donde aprendemos, donde amamos, el lugar de nuestras primeras veces, de nuestras alegrías y nuestros llantos.
Pero yo todavía lo sigo viendo cada noche, esa sensación de marcharse sin que termine la función me produce pánico, es un camino de no volver, es la decisión final, la que no da cabida al error. Por eso se ríe de mi, porque le digo que regrese mañana... que quizás cambie de opinión.
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