ELLA

Ella extendió sus alas una noche, se quiso libre y despego sin preguntar a nadie, con tan solo sus sueños de equipaje. Yo no quise retenerla, me bastaba un "te quiero" para que se quedara en mi nido, no pudo ser. Preferí verla volar tan alto que sus pesadillas no la alcancen, que el dolor no le arrebate lo que le dio el amor. El destino es una vieja voluble que no para de cambiar de opinión. Ahora que me dejaste, yo te sigo a todas partes, te escribo en silencio, pidiendo perdón.

Ella volaba muy alto, sin mirar a los costados, nadie podría cazarla, no hay bala que pudiera descenderla de la vida que tomó. Pero una noche regreso de golpe, con los ojos destruidos, llorando en desconsuelo porque una de sus alas se rompió. Yo me quede a su lado, sin saber curar heridas, sin poder hacer preguntas, la mire desde muy lejos, le dije que la quiero, y sin motivo alguno, le volví a pedir perdón.

Ella duerme ahora, entre besos de madrugada y rosas bajo su piel que la ayudan a escribir. Yo la miro mientras sueña, y sonrío un poco mientras pienso.... espero que mañana sea feliz.

SOLEDADES X

Sentado frente a esta ventana. como retrocediendo en el ayer, pude ver que sigo siendo el mismo loco que no aprende, el que sigue dibujando fantasías entre nubes, formando corazones con un ramillete de espinas. Sigo estrellandome con esa horrible realidad de que el amor siempre duele, que nadie se salva si te dejas atrapar.

Ahora que ya no estas, paso mis noches en soledades, en soledades que ahogan, que martirizan, que no me dejan avanzar. Esta noche no espero encontrarte, ni siquiera presiento que puedas extrañarme. Hace un tiempo, cuando te hacia reír, te dije que llegara el día en que extrañaríamos esos momentos. Cuando todo se acabe y ya no pueda abrazarte. Y ahora que esta sucediendo, déjame describirlo a mi manera, déjame escribirlo en este blog que ya no lees. Ahora que ya no eres mía... mis soledades te siguen perteneciendo.

SOLEDADES IX

Ayer soñé con tu existencia, soñé que me regalaste sonrisas, caricias y un poco de eso que llaman felicidad. No tenias forma definida, pero yo te llame: mujer.

Fuiste mi Eva, mi manzana deseada y prohibida a la vez, fuiste lo que muchos llaman rutina, pero para mi fuiste un placer. Ahora que guardaste silencio, yo todavía no aprendo a callar. Donde puedo buscarte?, como logro convencerte que te detengas a mirarme?. Mi voz te llega en forma de versos. y ya no te tomas el tiempo de escucharme. En que momento perdí la batalla.

SOLEDADES VIII

Llegaste a mi cima, plantaste tu bandera, me declaraste tuyo, tu conquista, tu meta mas sencilla. Luego descendiste sobre mi lomo y dejaste el tiempo pasar. Olvidaste el esfuerzo, el camino de ida y de regreso, olvidaste lo vivido tan rápido, como si nada hubiera pasado. Hay quienes nacen para trascender... yo no soy uno de ellos.

SOLEDADES VII

El frió invade la ciudad, la lluvia pega gritos desde el cielo, la oscuridad llega en silencio y yo exiliado en este espacio ausente de ti. Me tiemblan las piernas, los miedos llegan sin avisar, estoy partido a la mitad y ambas partes ya no me pertenecen.

Como fue que miraste hacia otro lado ? como fue que te diste cuenta que el mundo sin mi... era lo mismo.

SOLEDADES VI

Creí que no te irías sin avisar, que harías sonar la puerta para que me despierte y pueda verte salir a la calle, con ese abrigo rojo y tu bufanda gris. Observar como los caminos se hacen largos si tu no estas. Buscando cuerpos que tal vez no te abriguen igual, que quizás no puedan acariciarte hasta el amanecer. Si alguien aprendió a esperar, ese fui yo. Y ahora no hay espera que te vea llegar.

Hoy la luna me preguntó por ti y no supe que responderle. Si algún día volverás... o si nunca estuviste.

SOLEDADES V

Te extraño tanto. Antes ocupabas mis noches con placer, hacias de mis madrugadas un bello suspiro. Ahora tus noches ya no son mis noches, ahora mis noches ya no son de nadie. Estoy buscando rutinas para completar mis dias, tratando de ser un tipo común y corriente. Pero nunca aprendi a ser un tipo común y corriente.

Me haces falta, mis manos te extrañan, ya no puedo escribir historias. ahora q no eres mia, como puedo venerarte? ahora q tu alma se fue por esa ventana donde llegaste, como hago para buscarte?. y lo que es peor... como hago para que llegues.... si ya no quieres llegar.

SOLEDADES IV

Sentado aquí, frente a mi ventana, puedo ver la noche pasar. He oído gritos de auxilio, disparos al aire y sonidos de sirena. Nadie ha llegado a salvarme, nadie pregunta. El viento frio se encapricha con mi bufanda, me arremete por la espalda y en plan de venganza, me apaga el cigarrillo. Siempre supe que no era bienvenido a este lugar donde todo empezó. Sobre las olas del mar envío mensajes en una botella… buscando otro naufrago como yo.

SOLEDADES III

El disco de Sabina esta en el mismo lugar donde lo pusiste, tu perfume ya abandono la casa, tus palabras todavía se asoman por mi ventana para saber si aun respiro. Ya todos se han ido, solo me queda tu recuerdo, acostado en mi cama, soñando lo mismo que yo.

SOLEDADES II

Tengo un plan B por si no me salen las cosas, olvidar que existes, que naciste en algún lugar lejano y que fuiste feliz por mucho tiempo. Así con los años me dolerás menos, serás una cicatriz sin motivo, un pasado sin historia, una moneda al aire. Pero cuando sea un anciano que no tiene más tesoro que la memoria, si un niño me pide que le cuente historias, pensare en ti… y narrare un breve silencio.

SOLEDADES I

He visto mi pasado y al salir huyendo despavorido, he tropezado con mi futuro. Ambas cosas son tristes, desoladas e inciertas, porque en ninguna estas tú. He vivido un viernes de suplicios, me recibió un sábado inventado para el olvido. No sabes como se va la vida si tu no llegas, si no miras en tu agenda que esta noche te toca amarme. Cuando vendrás para quedarte, para decirme que no te has ido... que solo fue una pesadilla.

CASARME CONTIGO

Deseo casarme contigo y despertar la mayoría de las veces oliendo a ti, quiero un hogar donde pueda esperarte con la comida lista (obviamente comprada, porque nunca aprendí a cocinar), hacerte masajes en los pies mientras vemos una buena película, abrazarte cada quince minutos y besarte en la frente mientras te digo lo mucho que te quiero.

Quiero casarme contigo en una boda pequeña y sencilla, en una cabaña del campo con todos los invitados al aire libre, estoy dispuesto a usar camisa y corbata solo para verte contenta, tú lucirás un vestido beige como te gustan, con alcatraces en la mano izquierda, unos pendientes de oro que serán prestados y unos zapatos que serán la envidia hasta de Cenicienta. Invitaremos a poca gente, tu familia estará ahí y te dirán que eres la novia más bella y feliz de los últimos cincuenta años. Bailare toda la noche contigo, porque prometo aprender a bailar para ese día, luego de la celebración veremos juntos el amanecer desde una ventana grande y te diré: “Buenos días mi amor”.

Deseo tener dos hijos, no me importa el sexo, si nace varón yo les quiero poner el nombre y si nace mujer serás tú quien los elija. Me enseñaras a cambiar pañales y prepararles la comida, yo les narrare cuentos escritos de mi puño y letra que hablen de princesas, dragones, duendes y hechiceras. Iremos cada domingo a los parques a jugar con la pelota y que hagan muchos amigos, ellos no serán tímidos como yo, serán muy inquietos e inteligentes, tendrán tu belleza, tu ternura, tus ganas de ver la vida con una sonrisa.

Con los años me volveré calvo y me crecerá la panza, pero tú me seguirás viendo como tu príncipe azul, aunque siga siendo el mismo ogrito feroz del que te enamoraste. Y cuando un día me muera, porque sé que moriré antes que tú, pediré que dejes caer mis cenizas al mar para que me recuerdes cuando camines por la orilla de cualquier océano. Y quiero que seas feliz el tiempo que te quede porque yo lo fui contigo el tiempo que te tuve. Todo esto pasara si me dices que SI, porque nuestra historia está escrita de esa manera… porque el destino me pidió que yo la escriba para ti.

CADUCIDAD

Hoy me propuse escribirte un poema de amor, que hable de tu belleza y de las enormes ganas de hacerte un monumento cerca a mi cama, de las tantas veces que llego a casa, me envuelvo en tus besos y te hago el amor como quisiera hacértelo siempre. No soy el que soñaste, no me acerco tan siquiera a un bosquejo de lo que quisiste para ti, pero el destino me llevo a cruzarme en tu camino y aquí me tienes, dando mis mejores intentos.

He imaginado el día en que decidas partir, porque nada es para siempre. Aun no encuentro las palabras precisas que ayuden a despedirme, que puedan consolar tanta ausencia, tanto vació. La vida es un velero indomable que lucha con las olas que le pone el destino. Yo todavía me siento tuyo, aunque lo nuestro tenga fecha de caducidad. Hoy me propuse escribirte un poema de amor... pero recordé que no soy ningun poeta.