Te he buscado en cada lugar donde estuve, en cada esquina donde amanecía en espera de la muerte, o de la vida, la que se anime a venir. Escribo en papeles cortos historias que no saben de encuentros, solo despedidas al anochecer. Mis manos tiemblan de frió en este infierno gris, en esta cárcel de sensaciones volubles, donde todavía no decido ir hacia adelante o hacia atrás.
No te encuentro, no llegas, como tardas, quizás te olvidaste de mi, o te fuiste a buscar la felicidad al otro lado de la luna. Mientras tanto, describo las distintas maneras de ser infeliz abrazado a tu ausencia.