Detrás de tu ventana puedo verte feliz, ordenando los muebles, limpiando la mesa, acomodándote el vestir, recogiendo tu cabello, dibujando unos labios con carmín. El viento hace su trabajo, golpea los vidrios mientras el reloj observa, tus cortinas sonríen ante esa tarde que es un bello espectáculo, tu radiante sonríes, siempre sonríes... esperando por mi.
Malú pega un flamenco en la radio, los gatos le hacen eco mientras los ladrones fabrican espantos, este invierno no perdona, me lo dice tu pijama que conjuga con la tristeza. Tantas caras tristes en tan pocos años, pero la vida no se pierde con solo tres llantos, queda mucho camino por seguir a paso liviano. Mientras tanto ella sonríe, detrás de su ventana, esperando que un día le diga... mi pequeña, ya vine por ti.
4 comentarios:
Sin palabras, me has dejado helada, jeje, pero no es ese frío del invierno...
Gracias por hacerme sonreir, eres un encanto.
Un beso
Gracias a ti.
Yo también sonrió cuando te veo venir.
Las palabras hacen eco en al corazón alegre. La ventana, como un asomo a lo cotidiano, donde dos seres se encuentran para juntos poder sonreír al mundo.
Magnifico! Me ha encantado leer una vez más a René.
Abrazo
Tere
Gracias querida Teresita. que bueno que aparezcas otra vez.
No te alejes mucho eh.
un abrazo
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