Esta noche sono la campana a lo lejos de la lluvia, la luna estaba dando su mejor cara a mi ventana y fue cuando llegaste en forma de espejos que iban reflejando tu ausencia en mi mirada. No supe que decirte solo murmure sonidos extraños con los labios, llegaste a mi mente y me puse a recordarte, siendo las once y cuarenta en aquel reloj de pared tuve un ataque de recuerdos y senti que me hervia la sangre por imaginar nuestro pasado bajo este techo con agujeros, el piso se humedecia con la lluvia y mis pies descalzos se congelaban bajo la oscuridad de mi habitacion.
El calendario se caia a pedazos y los dias transcurridos se iban raudamente sin despedirse, las cortinas se tornaban grises con el humo de los autobuses y el eco se iba perdiendo conforme la noche transcurria. Ya no quedan misterios bajo el cielo azul, los silencios viajan de mi ventana hasta la tuya, tu nombre escrito en un papel arrugado, tu foto guardada en mi cuaderno de escuela secundaria y tus besos muertos y enterrados bajo mi piel. Ya no quedan secretos detras de mis labios.
Alguna lagrima que se seco con la brisa del tiempo, tantos poemas quemados en las llamas del pasado adornan con cenizas este cuarto pequeño, huerfano de luz y de ideas. Esto no es una queja ni una secuencia de aullidos de animal nocturno, tampoco es un juego de palabras que rimen con mi soledad y mi desdicha, esto no es una mascara que me tenga que poner antes de irme a dormir... esto solo es una triste narracion de los eventos.
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