
Estabas siempre cerca mio, mientras dormia tu me espiabas debajo de la puerta, atenta a mi llamado, por si tuviese una pesadilla o solo sean las ganas de saber que no estoy solo. Estabas tú dispuesta a llenarme de besos o aullidos al viento y salir corriendo con ganas de perderte y luego buscarme hasta encontrar mis manos para refugiarse en ellas. Al fin volviste y yo era feliz a tu lado, celebraba aquel regreso que pense nunca ocurriria, ahi estabas tú tan definida, tan inquieta, tan vulnerable.
Ya no soy el mismo que conociste hace tiempo atras. Ahora miro a ambos lados antes de cruzar una calle, no escucho mi nombre en lugares repletos, me pierdo de la gente, desconfio del mundo. Soy aquel que te jure no seria nunca. Una tarde de Junio alguien quiso llevarte, tenerte consigo, tratarte mejor y darte todo lo bueno del mundo y yo no se lo impedi. Coji tus maletas, te regale un abrigo y le pedi que te cuidara mucho. Sera que aun tengo miedo tener cosas bellas conmigo porque al desprenderme de ellas el alma se me cae a pedazos, sera que le temo a las caidas fuertes o las despedidas crueles.
Ahora duermo con la puerta abierta y la luz encendida, sigo viendo a ambos lados de las calles al cruzar y el mundo me sigue pareciendo el mismo canalla. El silencio suplantó tus aullidos y mis manos estan frias de tanto esperar tu regreso... donde quiera que estés espero que seas feliz.
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