Empecemos esta historia con un animal nocturno cansado,
cansado de sí mismo, de la noche, de las camas vacías, de las mujeres que al
empezar el día, dejaran vacía esa cama que se ha vuelto mi refugio. Al terminar
el fin de semana no existían más nombres, ni números telefónicos, solo quedaba
un cuerpo cansado de vivir de la misma manera todas las noches de su vida.
Aquel animal nocturno conoció una mujer bella, tan dulce
como bella. No fueron cosas del azar, mientras vivía a mil hora, esa mujer ya
estaba ahí, permanecía lejana, atenta, dejando su compañía cada cierto tiempo
para luego desaparecer. Cuando todas se iban, ella permanecía ahí, en mi
memoria, en mi agenda y en ese rincón de palabras con que llenaba mis hojas en
blanco.
He dejado esa vida, he dejado mil noches aun no vividas, ya
no me hacen falta. Empecé a perseguirla como si fuese mi última oportunidad.
Ella acepto quedarse conmigo, pero por momentos le llenaban las ideas de
marcharse, de desaparecer, y yo sin formas de retenerla. Ya no soy el de antes,
ya no me atraen los pecados, ni los
excesos.
Esta historia recién empieza, pero quizás para los demás ya
no resulte tan interesante. La ultima locura que hice por ella fue irme a vivir
solo. Alejarme un poco de todo y buscar en mi mudanza nuevas formas de madurez.
Ella piensa que vendrán a mi cabeza nuevos proyectos, nuevas metas, que he
estado muy dormido todo este tiempo, que viviendo solo voy a pensar como un
adulto, que el cielo es el límite y que yo puedo llegar. Deseo ser la persona
que ella se merece, darle lo que quizás nadie le podrá dar, una extraña
combinación de aventura y felicidad en este nuevo camino.
Escribo estas palabras desde mi nuevo hogar, un segundo piso
de una casa muy lejana a la anterior. Lejos del mar pero más cerca del silencio,
con una cama y una computadora que albergara mis nuevos escritos sobre esta
experiencia nueva para mí. Ya no tengo temores, solo sueños en espera. Me
acompañan mis libros, mis discos de Silvio y Sabina. Y cada fin de semana,
levantarme temprano, limpiar la casa, ordenar la alcoba y esperarla con el
corazón en la mano… listo para recibirla en mis brazos.
1 comentario:
Una nueva aventura...vivir solo con tu soledad. Es interesante luego de tanto tiempo del bullicio.
Abrazo
Tere
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