sábado, 27 de agosto de 2011

VIAJERO 7

La plaza Bolívar es aquel lugar donde nadie quiere llegar, todos lo evitan, doblan en la esquina o prefieren tomar un taxi para cruzarlo. Yo llegué preguntando a todo el mundo, soportando sus advertencias y sus miedos. Me quedo en una esquina, pido una cerveza, enciendo un cigarroque terminara consumiéndose en mis dedos.
En la Plaza Bolívar, el que tiene dinero puede ponerse su propio precio, y si no lo tienes, dejas que otro te lo pongan. Pero al final todos llegan a tener precio, por una noche o por toda la vida.
Un niño llora dentro de toda ese paisaje triste y sombrío, pega gritos buscando a su madre, mientras ella llora tirada en el piso, nadie entiende, nadie pregunta, solo observan y luego juzgan. Es hora de marcharse, este lugar no me dice nada.

1 comentario:

Teperepe dijo...

Las plazas públicas...lugares obligados en la travesía a cualquier parte.

Besitos
Tere