viernes, 5 de agosto de 2011

CARTA A UNA AMIGA AUSENTE

Te escribo estas lineas para decirte que te extraño, que los días sin ti han sido difíciles, pero que le hecho muchas ganas y espero sobrevivir a este instante vació, a este abismo infinito que es mi existencia, sin rumbo fijo. Al menos contigo tuve una dirección, un sueño compartido, pude hacer planes después de huir tantas veces, alejado de todo compromiso. Contigo comencé a bajar las revoluciones de mi vida, empece a mirar a los costados antes de cruzar las aceras, contigo llegue a creer que era bueno envejecer.

Se que muchas veces te hice llorar por ser como soy, he terminando hiriéndote por no llegar a ser el hombre que siempre deseaste. Nunca te dije que era un gran tipo, nunca dije que hacia milagros o que podía convertir el agua en vino. Pero tampoco tenia derecho a robar tu tiempo y malgastarlo con mi compañía. Tu siempre creíste en mi, incluso mucho antes que yo, pudiste ver algo mas que un simple animal nocturno que se esconde bajo la luna llena. Muchas veces te dije que no tenia remedio, que soy peor que un virus, como un castigo de los dioses y tu siempre sonreías.

Hoy quisiera estar en tu ciudad, retroceder el tiempo e ir a buscarte, comprarte flores y chocolates, vestirme como alguien normal y llegar por tu calle. Decirte que el tiempo no existe, que tu puedes inventar cosas mejores. Tu hermosa capacidad de resurgir de las cenizas me hacen volver a admirarte. Que siempre seras, por sobre todas las cosas, mi amiga mas que mi amante.

Me hubiera gustado escribir esa historia que nos prometimos un día, publicarla en tu ciudad o la mía, eso no importa. Lo que importa es que la gente sepa, que hubo alguna vez dos seres tan imperfectos, pero que juntos, extrañamente se veían perfectos. La vida te muestra esos matices, esas contradicciones tan idealistas. La vida no siempre es una vieja cabrona, a veces se disfraza de doncella y junta caminos distintos, como los nuestros. Tu la dulce reina que todo lo puede, yo un triste sapo pidiendo que me beses.

Te escribo estas lineas para decirte que te extraño, que los días sin ti han sido difíciles, sobre todo ahora, que ya no tengo como encontrarte. Anoche me dijeron que no pudiste con tus diluvios, que tanto dolor era insoportable para tu cuerpo de sirena. Y unas pastillas le pusieron fin a tu historia sin haber podido cruzarse con la mía. No se a quien reclamarle, no se a quien maldecir, si existiera un dios, no se la verdad para que nos sirve. Porque tu tantas veces lo buscaste y yo te decía que no estaba aquí.

Ahora solo quedaste en mi memoria, dibujada con tinta de agua, esperando el viento de la mañana, lo que nunca pudieron ver tus ojos. Ahora que duermes para siempre. Te pido perdón por cada llanto, por cada instante que sentiste perdido al buscarme, por cada desilusión que te provoque antes del amanecer. Y te pido perdón por no llorarte, pues yo también he muerto de alguna manera... y los muertos no lloran.

Hasta siempre.... tu animal nocturno.





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