Y entonces tome un papel en blanco, y me puse a dibujarte entre palabras cortas, entre silabas errantes, en espacios desconocidos. Me puse a inventarte con rimas sencillas, con consonantes escondidas entre cada estrofa que te busca en medio de la oscuridad de la noche.
Yo, aquel que te quiso como si no hubiera mas cosa que el presente entre nuestros dedos. El que le sonreia a la luna a la medianoche, el que ocultaba el sol con un dedo al mediodia. El que componia versos sin sentido hasta que fue aprendiendo de a pocos hasta hacerte llorar una noche como esta. Yo el que te beso sobre todas las bancas del parque, sobre aquel mar inmenso, Yo el que te hizo el amor imaginariamente bajo una luna inventada por los dos.
Tu, la que llego con mi imaginacion, la que cruzo los oceanos para aterrizar en mi isla, la que deja caer sonrisas desde el cielo, la que juega con las estrellas y se las coloca en el cabello. Tu la eterna, la indestructible, la trascendental. Tu, la musa que cabalga sobre mis montañas, tu la que todo lo da y no pide nada.
Nosotros, un par de extraños bajo el cielo infinito, dos verbos que juntos hacen un verso, que distantes hacen un tiempo pasado. Caimos bajo los brazos de la pasion una tarde lejana, Cedimos ante la provocacion del destino y nuestros labios hicieron su propia historia. Nuestras bocas crearon su propio idioma primitivo. Empezamos a decir palabras exactas, entendidas solo por nosotros mismos, Nuestro alfabeto se lleno de colores, de sensaciones intensas, de gotas de rocio.
Y miranos aqui borrando aquel diccionario, limpiando las huellas que dejo nuestros besos. miranos aqui dando pasos hacia atras, recogiendo los restos de nuestra memoria, desarmando el rompecabezas de nuestros sentimientos... miranos aqui despidiendonos sin darnos cuenta.
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