Mientras te olvidaba, una melodía me perseguía todo el camino. Esa melodía tenia tu nombre codificado en clave morse, con mensajes subliminales que me decían que no habrá nadie después de tu historia. Que seras tu quien cierre mis últimos días.
Me refugie en mis cuatro paredes, he sacado mi cuaderno y traté de ponerle una letra para echarme un buen escrito. Fue inútil, esa melodía aun no existía, nadie lo había inventado... tengo que esperar otra vida.
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