sábado, 10 de diciembre de 2011

LLUEVE

Tu cuerpo se balanceaba con el viento, al compás de la música, tu cuerpo parecía tener contacto con el diablo. Hacías movimientos peligrosos, como llamando al pecado, y yo que no soy puritano hago realidad tus deseos. Te tomo de la cintura, me dejas a complacencia tus pechos, tus caderas le hacen reverencia a mis manos. 
Hoy eres un sueño que algún día quise soñar. Afuera solo llueve, alguien allá arriba ya supo que no nos volveremos a ver.

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