Cuando la conocí yo no era nadie, no tenia un futuro, no recordaba mi pasado, solo andaba inventando un presente cada día. Ella en cambio había tenido muchas vidas, tenia heridas que nunca cerraban, sueños que nunca cumplía y besos que alguna vez dio.
Con lo poco que fui pude sorprenderla, decía que nadie escribe mejor que yo, que le gustaría habitar los mundos que bajo mis letras se inventó. Ella quería un matrimonio, unos hijos de ojos rasgados, de piel mestiza y cabello dócil. Yo solo quería una vida normal, dejar de salir huyendo, dejar de mentir.
Ella juro amarme como a nadie en su vida, construir palacios y ser mi princesa, tejer en silencio mientras yo tardaba en llegar. Con la única condición de no ser violento, de no echar gritos, ni serle infiel los fines de semana. Parecía perfecta, parecía comprensiva, como un reloj suizo a punto de estrenar.
Han pasado los años, ahora ella ama a otro infeliz, también le teje esperando en silencio. El es un tipo con futuro, con ganas de progreso, queriendo comprar la felicidad aunque sea con dinero (si supiera que no le va a alcanzar). Yo sigo siendo nadie, mi futuro todavía es una moneda al azar y mi presente me dice que esto esta por terminar. Y todavía escribo… pero ya nadie me lee.
3 comentarios:
Mentiroso....yo sigo leyéndote.
Abrazo
Tere
Yo te leo :)
Erika Lovo
ahhh que bonito verte por estos rincones tan lejanos. Veo que estas leyendo mas de mi. Me da gusto, espero que te gusten. Un abrazo Erika
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