No conosco tu nombre y ni se como te apellidas. Supongo que cuando te vi por primera vez estabas tan linda que soñe con estar contigo y me di cuenta que ese sueño podia hacerme feliz, entonces lo invente todo y fabrique un mundo de mentiras que hablaba de nosotros, de como las sabanas se mezclaban con nuestros cuerpos noche tras noche y la palabra deseo podia encontrar otros significados cuando uniamos nuestros labios.
Y con el pasar del tiempo y cada mañana leyendo este texto como una triste terapia, talvez pueda engañar al pasado que alguna vez fue nuestro. Podre mirarte a los ojos sin que me tiemblen las piernas y darme cuenta que por fin dejaste de dolerme.