Después de vivir tan feliz, tan lejano de todo, tan protegido de ausencias y tristezas, vuelvo al mismo lugar donde quise empezar. Sin cargos de conciencia, sin caretas tristes, sin promesas incumplidas... sin amor.
Después de escribir mi propia historia, de no contárselo a nadie, de ser un anónimo mas en el mundo. Vuelvo al mismo lugar donde me hace feliz... escribir me hace tristemente feliz.
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