Ella hacia su vida desde muy lejos, pagaba sus cuentas, sonreía los fines de semana y jugaba a ser princesa cuando la noche lo pedía. Ella sabia que no siempre se gana, que los días tristes llegan cuando menos lo esperas. Ella no quería lagrimas en sus ojos ni dolor en sus rodillas, así que se disfrazo de cruel para no perder.
La vida te da oportunidades para todo, para ser feliz, para ser ser preso o para ser carcelero. Cada uno toma el camino que siente que le pertenece.
Ella hacia su vida desde muy lejos, era feliz a su manera, sabia que hacer los siete días de la semana. Hasta que un día... se topó conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario