Yo te di un espacio vació, que tenia apartado para mis grandes eventos, te di un nombre y un país, un lugar donde quedarse y dejar de huir. Te di mi tiempo, mis noches y sus amaneceres. No pedí nada a cambio, sin embargo me diste mas de lo que soñé alguna vez. Todo era perfecto, eramos Romeo y Julieta y Shakespeare solo un principiante del amor.
Hemos guardado silencio tanto tiempo, no aprendimos a decir adiós. Estamos aquí entre sabanas, para luego salir muy lejos donde no nos encuentre dios. Algún día volveremos a encontrarnos, cuando la luna se haga vieja o el sol rejuvenezca, habrá una oportunidad para sonreír. Sin culpas, sin dudas, con solo lo que dimos cuando todo esto empezó... cuando Shakespeare solo era un principiante del amor.
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