viernes, 30 de octubre de 2009

QUISE DARTE ROSAS

Cuando te vi por primera vez, saliendo de la sala del aeropuerto, quise darte rosas, como símbolo de las ansias que tenia por mirarte de cerca. Cuando caminábamos sobre las orillas del mar, tan cerca que podía sentir tus latidos si callaba los míos, te quise regalar rosas, para demostrarte que esa no era cualquier tarde, que esa tarde era nuestra. Cuando te tuve sobre mi cama desnudándote mientras me mirabas, quería darte rosas, para desojar sus pétalos y dejarlas caer sobre tu espalda, ver como se deslizan bajo tu ternura y belleza.

Pero nunca pude darte rosas, no se si por temor a sentirme cursi, por evitar recorrer las catorce calles a pie hasta llegar a la tienda de flores o quizás porque no te quiero tan intensamente. Vamos, a quien engaño, te quiero más que a mi mismo en mis mejores versiones. Lo que yo creo, es que no existen jardines que puedan dar mejores regalos de lo que tú me has dado… no existe flor alguna que te cambie la vida como tú lo has hecho.

miércoles, 28 de octubre de 2009

DEJAME SOÑAR

Déjame soñar que sigues ahí, vigilando mis sueños, sosteniendo la almohada para mi comodidad, tarareando canciones, apagando las luces, callando silencios que están por llegar. Déjame imaginarte cerca, cerrando ventanas, calentando las sabanas, formando murallas para poderme cuidar.
Déjame soñarte ahí, tan cerca de mi, haciendo un pacto con la luna, durmiendo las estrellas, reacomodando las nubes que puedan estorbar. Quiero imaginarte a mi lado, sonriente y amable, deseando que con uno de tus besos... pueda despertar.

PERFUME DE MUJER

Siento tu aroma venir mientras cae la luna sin permiso, me pierdo en mil frases cortas, invento escenas de ambos buscando nuestro lugar en el mundo, te abrazo y me abrazas, te digo lo que siempre quisiste oír a pesar de no ser un vidente, me dices lo que siempre soñé aun sin conocerte en mis otras vidas. Te siento llegar a medianoche con tu voz melódica, saludando a mi soledad que se oculta detrás de los cristales, ahuyentando mis demonios que suelen llegar los fines de semana, estas ahí jugando a ser la musa celestial que termina atrapándome.

Las noches de octubre ya no son las mismas, todavía no me repongo de tu adiós sin escalas ni al viento frio de la nostalgia, me dejaste silencios que aun hablan de ti, asientos vacios que todavía están tibios, canciones de Raúl Ornellas que me recuerdan las formas de quererte estas mañanas frías. Sin embargo aun conservo tu perfume en un frasco de “Facheure 14” que me diste antes de subir a tu avión, lo tengo guardado junto al abrazo de despedida y la promesa de que un día volverás por mí. Han pasado dos semanas desde que te fuiste, pero aun te veo llegar cada noche cuando abro ese frasco, aun siento tu susurro diciéndome que estas por venir, que siempre vendrás cuando cae la luna, que el amor es para siempre… que me amaras por siempre.

jueves, 22 de octubre de 2009

CUATRO ESTACIONES


Los vientos duros de Ica supieron de nosotros, las dunas del desierto nos vieron caer como bolas de fuego envueltas de arena, dos amantes que no temen la oscuridad de la noche, pues ya estuvieron allí, jugando a ser mortales, arriesgando nuestras alas sin haber aprendido a volar.

El sol de Arequipa fue testigo de que un día llegaron dos locos de remate, para intentar aprender nuevas formas de vivir, es que aunque la vida es una sola, tiene distintas versiones, algunas más temidas que otras, pero eso no te importo, tu siempre estuviste a mi lado para que yo pudiera perder el miedo a saltar cuando había que saltar.

Los amaneceres en Cuzco nos dieron la bienvenida, sus primeras luces advirtieron que ese no iba a ser cualquier día, nunca quise a nadie en tantos lugares a la vez, jamás camine más de siete calles de la mano de alguien sin desear salir huyendo, no había aprendido a decir “te amo” con los cinco sentidos. Fueron muchos amaneceres los que pase contigo, fueron muchas las ganas de decirte al oído “quédate para siempre”.

Lima la horrible te saluda con su lluvia ligera, los charcos con reflejo tendidos en las aceras, con miedo de abrazarte por temor a que te quedes dormida, su manto de flores moradas abrigando tus penas, sus catedrales, sus santos que tiemblan bajo la luna nueva. Espero quererte tanto como para sobrevivir a mis cenizas, que extrañes mis arrugas por si llegamos a envejecer juntos, aunque nuestros caminos sean desiguales en distancia y tiempo.

Las historias de amor no siempre tienen finales felices, pero yo deseo que esto nunca termine, por eso sigo escribiendo en este viejo mueble, con el frio despiadado que me trae la noche… ahora que ya no estás aquí.

viernes, 16 de octubre de 2009

LA NOCHE PERFECTA

Un hotel cinco estrellas, una luz a medias, ventanas hacia la calle para ver la luna llena. Dos copas de vino, música de Kenny G en los parlantes, aroma de incienso y pétalos de rosa regados sobre la cama. Dos versos de Neruda, tres de Sabines y cuatro promesas para toda la vida. Tú con babydoll rosa, maquillaje ligero y las mejillas oliendo a mujer sedienta de pasión desenfrenada.
Puede que nada de eso haya ocurrido porque la vida no es lo que siempre se desea, puede que la noche perfecta no esté cubierta de tantos detalles, pero cuando ambos lo deseamos al mismo tiempo… es tan bueno como si hubiese ocurrido.

ELLA Y EL


Ella sueña con que el amor lo puede todo, piensa que serán felices desde el primer abrazo, desde la primera palabra.

El es muy incrédulo al amor, suele decir que nada es para siempre y que el amor es solo un invento de los humanos para sobrevivir.

Ella envuelve su corazón entre pétalos de rosas, imagina una vida junto a él, piensa que solo basta una sonrisa y todo lo demás llegara como la brisa en la primavera.

El esta acostumbrado a estar solo, pero hay días en que anhela que el asiento de a lado se ocupe aunque sea por unos segundos y sentir que hay alguien mas en este mundo.

Ella ha empeñado su alma para cumplir su sueño, compro un boleto de avión y viajara miles de kilómetros solo para ofrecer su corazón medio partido.

El aun se torna incrédulo a las circunstancias, piensa que solo al verlo ella dará media vuelta y se marchara por donde vino, porque no se siente merecedor de las cosas bellas que a veces ofrece la vida.

Ella teme que él no la llegue a amar de la misma forma, pero si con su corazón bastase para vivir, con gusto lo daría en sacrificio para poder tener una nueva oportunidad.

El no cree mucho en el amor, aunque cada seis noches escriba cosas amorosas de amantes furtivos, lo poco que sabe del amor esta encerrado bajo siete llaves y con puerta falsa. Su soledad es el gran guardián de sus miedos.

Ella toma el avión y las maletas llena de suspiros, deseos intensos y susurros indiscretos, esperando llegar a Lima para encontrarse con aquel chico incrédulo y lleno de temores. Pero aun así esta segura de que él la amara como ella se merece.

El la espera en los pasadizos del aeropuerto limeño, con un papel escrito con su nombre y al reverso un poema copiado de Neruda que nunca le leerá, porque se siente cursi al hacerlo en publico.

Se da el encuentro, un fuerte abrazo inicia su historia, ambos se sienten bien juntos, pero ella suelta todo el corazón, él aun siente miedo
de ser quien solía ser. Caminan por las calles de Lima, la plaza mayor les da la bienvenida, la luna saluda sus cuerpos fogosos, sus ganas de vivir, sus miedos de sentir.

Ella le pide que le hable de poesía, que le diga cosas sensible al oído, como cuando llegaron a conocerse, cuando el jugaba a ser poeta y ella un pedazo de ángel.

El no sabe que decirle, solo sabe escribir pero no hablar de lo que escribe, es un vil farsante de las palabras, un hombre lleno de frases pero vacío de sensaciones.

Ella le da la espalda y deja caer una lagrima, por primera vez siente miedo de que no funcionara.

El se da cuenta de que ella se quiere dar por vencida, su cuerpo empieza a temblar de miedo, su soledad ya no se siente tan familiar. El por primera vez tiene miedo a estar solo y se pone a llorar en silencio.

La luz
apagada solo hace la escena mas critica, ambos saben que están llorando, pero por razones distintas. Se tocan las manos, luego los brazos y se funden en un solo ser mientras la luna los acompaña. Y en el silencio de la noche... buscan una nueva oportunidad.

martes, 13 de octubre de 2009

EL ASIENTO DE A LADO

Por un instante el asiento de a lado estuvo ocupado por ti, por un viernes en la noche pude sentir tu aroma, pude saber que tus dedos anhelaban deslizarse sobre mi pecho frío, por un domingo en la tarde pude entender que los días van de prisa cuando hacemos un pacto de no agresión.
Hoy estas junto a mi, ocupando ese asiento tan vacío, lleno de silencios y añoranzas, oyéndome decirte... "cuanta falta me hacías."


jueves, 8 de octubre de 2009

FALTABAS TU

Las calles de Cuzco lucen inhabitadas despues de medianoche, el frio se hace insoportable, pero nada que un cigarro no pueda burlar, sin embargo yo nunca aprendi a fumar, por eso estoy buscando motivos para seguir caminando por este lugar.

La plaza mayor escucha el silencio que dejaron caer, las luces forman capas de fuego que nadie ve, la luna me dice que es hora de volver al hotel, para verte dormir, tocar tu cabello casi rubio, acariciar tus manos y poderte decir: hoy camine medio mundo... pero me faltabas tú.

domingo, 4 de octubre de 2009

FUERA DE ESTE MUNDO

Puede que no seamos perfectos, que tu espejo y el mío no nos sonrían cada mañana, puede que no seamos Romeo y Julieta y dios nunca haya aprendido a ser Shakespeare, también puede que la moda nunca se escriba con XL, ni los diccionarios entiendan el momento exacto cuando la vida se escriba con MAYUSCULAS, puede que no ocurra nada de eso.
Pero cuando tú me miras de esa manera tan cómplice, cuando tu mano toca la mía y tus dedos con mis dedos se entrelazan melodiosamente, cuando temblamos de miedo al oír la misma canción, cuando sonríes frente a mi diciéndome que me amas, siento que andamos en otro nivel… que ya no pertenecemos a este mundo.

jueves, 1 de octubre de 2009

NUMEROS Y EVENTOS

Doce meses tiene el año, puedo elegir uno para cumplirte tres deseos. Cuatro estaciones existen para representar nuestras emociones más profundas, lancemos los dados. Siete días tiene la semana, puedo elegir uno y salir a buscarte. Veinticuatro horas tiene el día, dos de ellas me basta para ser feliz bajo tus sabanas.
En el mes de octubre, elegimos la primavera para unir nuestros sueños, es viernes y salgo corriendo a buscarte en el aeropuerto, deseando abrazarte cada instante que me lo permitas… y terminar amándonos de diez a doce.