viernes, 26 de septiembre de 2008

AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS

Sus manitos estaban sudando de los nervios, no será la primera vez que se para frente a un publico para recitar una poesía pero el apenas tiene siete años y siempre se pone nervioso cuando tanta gente lo esta viendo. Edisón apenas es un niño pero es muy despierto para su edad (supongo que todo el mundo dice lo mismo de sus hijos), hace preguntas que yo de niño jamás se me hubiera ocurrido preguntar, desde el primer día que aprendió a leer no deja de estar pegado a un libro y a veces hasta inventa seres extraños y le pone nombres raros (como el "cheflu" que es una combinación de pez con felino). Desde muy pequeñito aprendió a vivir sin su papa porque el tuvo que viajar muy lejos para trabajar y ayudar a mantenerlo, el no lo dice pero estoy seguro que lo extraña mucho aunque no lo haya conocido tan bien como hubiese querido, pero se comunican por teléfono una vez a la semana y aunque sus charlas son muy cortas (es difícil que un niño tenga tema de conversación con alguien que nunca ha conocido en persona) al menos ayuda para que sepa que tiene a alguien mas que ve por el.
Edisón es mi sobrino y yo lo quiero mucho, a veces le compro sus juguetes, lo ayudo a hacer sus tareas y también comparto sus juegos. Aprendo a ser padre con el, le doy las respuestas que siempre anda buscando, lo protejo cuando siente que esta solo y soy su cómplice cuando hace alguna travesura. Me hubiese gustado ser su padre, estaría muy orgulloso de serlo, es un niño muy tierno y lleno de miedos como todo chico de su edad, pero eso lo hace mas humano.
Hace unos días me pido que le componga una poesía para concursar en su escuela y no pude negarme, tuve que recurrir a todos mis recursos pero al fin lo pude terminar. Y ahora estamos aquí frente a todos los padres que vinieron a oír a sus hijos como han aprendido sus poesías y yo me siento un padre mas. Edisón se saco las manos del bolsillo, saludo a todo el publico presente empezando por la directora y terminando por sus compañeritos, alzo un poco la voz para recitar su poesía, las tres primeras estrofas las dice muy bien pero se traba en la cuarta, parece que se le olvido de puros nervios, pero toma un poco de aire y vuelve a empezar la estrofa para decirla completa y termina con un agradecimiento a todos. Los aplausos no se hicieron esperar y sus maestras se quedaron muy sorprendidas que Edi haya recitado cuatro estrofas cuando ellas solo habían pedido memorizarse tres. Mis manos nunca estuvieron mas felices para aplaudir que ese día, el pequeño lo hizo muy bien y supo encaminarse cuando se sentía perdido y eso me hizo sentir mas orgulloso. Lo abrace y le dije: "Lo hiciste bien" le di un beso, el también me abrazo y nos sentamos juntos para ver a los demás niños concursar. Después de dos horas de estar ahí nos fuimos todos contentos a casa para descansar. Y claro, con la alegría de haber ganado el primer lugar.


jueves, 18 de septiembre de 2008

UNA NOCHE MAS

Me encontraba en aquel parque grande donde había guardado varios recuerdos hermosos, el viento corría muy fuerte y un frió singular sacudía mi cuerpo aquella noche. Ella estaba allí sentada acomodándose el cabello y al verme me dijo: “por que tardaste tanto” y yo no dejaba de verla como si estuviera viendo un fantasma, no podía creer que no me hubiera dado cuenta de lo hermosa que era, con ese fondo de luna llena y aquellas flores alrededor de ella. “No importa cuanto tarde, ya estoy aquí otra vez” le dije susurrándole al oído, me sirvió una copa de vino que tenia guardado en el abrigo y me sonrió como solo sonríen los ángeles.
Esa noche me hablo de sus sueños y de sus temores, de su miedo a la vida y del futuro que veía tan lejano. No sabia lo que pasaría con ella, si seria una estadística mas en el mundo. Yo no dejaba de mirarla con toda la ternura del mundo, esa ternura que tenia guardada desde la última vez que la vi, le decía que no tenga miedo, que la vida tiene cosas muy lindas para ella y que siempre tendrá un momento para sonreír. Las copas se terminaban y la noche también, no pude resistir mas, me acerque a ella para abrazarla tan fuerte hasta que nadie podría arrancarme su aroma, acaricie su mejilla y era tan suave como ultima vez, Ella me pregunto: “Y por que estas llorando?” Yo aun temblando y mirándola a los ojos le dije: “Llegara el día en que ya no estaré contigo, te iras para siempre y nunca mas hablaremos, luego te casaras, serás feliz… y yo te extrañare toda mi vida”.
“Eso nunca pasara, no sueñes” me dijo tomándome de la mano, seco mis lagrimas y me abrazo, “Te escribiré cientos de poemas y cartas que jamás leerás, inventare historias donde seremos felices por siempre y guardare tus besos en una caja de cartón para no olvidarte jamás”. Ella sonrió un poco y cerrando mis labios con sus dedos: “Todo eso harías por mi?” “estas loco de remate lo sabias”. Aquella noche reímos juntos, le hice más confesiones que ella nunca creyó, la bese bajo cada árbol de aquel parque y pasamos la noche como si fuera la ultima de nuestras vidas, nuestros cuerpos desnudos tendidos sobre las sabanas estaban listos para darle la bienvenida al alba.
El ruido de los gatos que deambulan por mi techo me despertaron; eran las 3 de la madrugada y estaba en mi cama solo, con la luz apagada, las ventanas cerradas y el alma en desconsuelo. Encendí la lámpara para buscar mi cuaderno y ponerme a escribir, mis ojos se humedecían mientras buscaba las palabras precisas para inventar esta historia… Hoy te extrañe mas que nunca.

martes, 16 de septiembre de 2008

EL SUPERHEROE

Hace cuatro días mi sobrino de siete años me pidió que le haga un poema para el aniversario de su escuela, me dijo que iba a concursar con los demás poemas que los papas de sus compañeritos iban a escribir, así que tuve que esmerarme un poco pero no tuve buenos resultados. Yo no soy poeta pero cuando mi sobrino me lo pide de esa manera me siento el mejor poeta del mundo, busque poemas en los libros de poesía y también en Internet para poder copiarlo y decirle que ganaríamos sin ninguna duda. Pero ningún de los que leí me gusto tanto como para creer que ganaría un concurso.
Asi que tuve que recurrir a mi ingenio y me dedique a pensar como un niño de siete años para poder entender lo que era su escuelita, no era tarea sencilla pues mi metro setenta y mis casi ochenta kilos de peso impiden que me pueda ver como de siete años y mi inmensa pereza para coger un cuaderno y un lápiz me descarta completamente como para ser estudiante aplicado. Pero no le podia fallar a mi sobrino ya que yo para el soy como un superheroe y los superheroes no le fallan a sus seguidores, sobre todo si este es un niño de siete años.
Creo que hasta invente palabras nuevas, sude como si estuviera en verano y temble como si tuviera miedo de fallar, pero al fin pude terminar el poema, lo llene de cosas dulces y una que otra exageracion pero por fin pude darle a mi sobrino el poema que concursara la proxima semana con los demas papas. No se si le gustara cuando lo lea, pero supongo que si, porque para los niños... los superheroes somos perfectos.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

MIZPAH MUSA

No se me ocurrió nada para escribir esta noche, pero sabia que tenia que escribir hoy de todas maneras, era como una de esas promesas que todo hombre que se respete debe cumplirle a su conciencia, incluso se me permitía hablar de mil cosas sin decir nada con tal de escribir esta noche. Rebusco sobre algunos textos de Garcia Marquez y me ponía a pensar que si yo fuera el “gabo” de que escribiría hoy? Las respuestas fueron inconclusas, primero porque yo nunca seria el “gabo” y segundo porque esta noche las ideas viajan muy despacio sobre el cielo de las musas.
Podría hablar sobre los amores pasados, las veces que uno caminaba a oscuras de la mano de aquella mujer que siempre sabia a donde ir, los instantes en que uno se refugiaba en sus brazos y sentirse protegido del mundo exterior, podría hablar también de las veces que uno pide perdón por ser como es, de las lagrimas que dejamos caer pero que nadie logra ver, pues encerramos nuestros sentimientos entre cuatro paredes y con luz apagada. Y también podría hablar de las despedidas que no dan tiempo a los arrepentimientos, cuando alguien te dice “adiós” es porque se quiere ir y no hay forma de retenerla, aunque el amor haya cruzado la línea, aunque el corazón haya despertado al escuchar su voz.
Tenía que escribir hoy porque si lo hago mañana no seria lo mismo, pues esta noche no es cualquier noche, alguna vez soñé con abrazarte y besarte en un día como este, pero mírame ahora aquí, tratando de escribir sobre tu ausencia y los recuerdos que dejaste a pesar del tiempo. Ahora no me queda nada tuyo, ni siquiera una postal que explique que algún día estuviste conmigo, te volviste en una historia que ya nadie me cree, en una mentira que tuve que inventar para ocultar la verdad, pero nadie sabrá que ambas cosas son lo mismo, tu serás mi verdad pero para los demás siempre serás una mentira. Se que ya te casaste y que eres feliz, que en tu memoria ya no hay espacio para mi nombre ni tiempo para oír mi voz, y supongo que algún día yo también te podré olvidar, algún día me volveré sordo al oír tu nombre y ciego al verte pasar por la misma vereda, mientras tanto sigo aquí con las ganas de abrasarte y besarte y decirte al oído el motivo del porque hoy estoy escribiendo. Me gustaría tenerte conmigo y decirte… Feliz cumpleaños musa.

lunes, 8 de septiembre de 2008

MAS NOCTURNO QUE NUNCA

La vida sigue transcurriendo de la misma manera en que lo supusimos, aunque no lo pedimos así, el calendario avanza tan rápido que no me deja tomar conciencia de lo que esta pasando a mi alrededor. Es mi tercera década y ya no me asustan los demonios, sigo yendo a los conciertos y me sigo sentando en la penúltima fila tratando de pasar siempre desapercibido, a veces me pongo a dibujar cosas que solo yo entiendo, me pongo a oír música que muy pocos entienden y de vez en cuando me animo a escribir cosas que nadie entiende. Tengo una amiga que me llama cada vez que desea calentar su cama y también tengo una amiga a quien llamo para que caliente la mía, el amor no habita en ninguno de los dos lechos y ninguna sabe de la existencia de la otra así que técnicamente no existe infidelidad. No existen compromiso alguno así que uno de estos días puedo huir para siempre de sus vidas y talvez ni siquiera me extrañaran.
Sigo visitando las calles oscuras cada vez que puedo, me gusta deambular como zombi por aquellos lugares que nadie se atreve para buscar historias que pocos conocen, aun prefiero el invierno que al verano, me sigue gustando mas caminar por la lluvia y bajar a las orillas del mar para escribir nombres en la arena. Y me tomo cinco minutos a la semana para extrañar los besos de alguien, por lo general extraño a personas distintas; es que el amor suele ser volátil y aunque no fueron muchas, mi memoria aun guarda espacio para aquellos labios que supieron preservarse en los míos. Y vuelvo como cada noche a mi cama a las tres o cuatro de la madrugada para buscar algo de reposo a mi alma en pena. A veces sobrio y otras veces ebrio de besos y alcohol.
No busco redimir mis pecados, tampoco pretendo no volverlos a cometer. Supongo que la vida me dará las respuestas que necesito cuando llegue el momento exacto, ni antes ni después. Por ahora solo quiero escuchar mis latidos y mientras tenga un diástole y un sístole seguiré escribiendo... aunque talvez mis palabras se pierdan con el tiempo.

domingo, 7 de septiembre de 2008

S.O.S.

La noche se distrae con la sombra de la luna, con las melodías del viento y con los quejidos de los pobres, las luces del tiempo hacen su trabajo y etiquetan los intentos de olvido, el ruido de los carros callan el eco de tu ausencia y el cielo solo es un triste testigo de los acontecimientos. Me cuesta creer que aquel charco refleja mi yo interior, mi lado oscuro que deambula por la noche buscando saciar su sed como si fuera un vampiro solitario alejado de su Transilvania, las veces que duermo el reloj no me quiere confesar la hora y mis gritos se ahogan entre los destellos del cielo, a veces muero entre tanto silencio que despliega el vacío, muero tantas veces que ya no recuerdo cuantas veces no quise despertar, solo el sol de la mañana que me dice “levántate” y logro reanimarme involuntariamente para volver a mi vida cotidiana. De labios extraños que me piden clemencia, de copas rotas y botellas vacías, de cuerpos desnudos que se mezclan con indiferencia.
Soy parte de la noche que es mi alter ego, la oscuridad es mi naturaleza y los silencios mi forma de expresarme ante tanta confusión de sentimientos. Hoy estoy deambulando por estas calles sin luces, sin colores y sin ruidos, esperando ser salvado por aquellos labios que aun no llegan, y que talvez no llegan porque todavía no existen. Donde quieras que estés …no demores tanto que no se cuanto mas puedo soportar.

sábado, 6 de septiembre de 2008

A PESAR DE...

A pesar que casi no te conocía, a pesar que nunca habíamos cruzado palabra alguna, de que tu calle y la mía están algo separadas o que nuestros signos zodiacales no eran compatibles, a pesar de que tu eras mayor que yo, de los daños irreparables que pudo haber sufrido tu corazón, a pesar de que tus padres no tenían rastro de mi, a pesar de que no existía un espacio en la agenda de ambos, a pesar de que no nos gustaba jugar con la pasión, a pesar de que los días libres nunca coincidían entre tu y yo.
A pesar de ser un tipo sin vocación, con poco sentido común, lleno de taras y miedos, alguien dañino, un tipo no recomendable. A pesar de no ser todo lo que tu quisiste que fuera, a pesar de todo eso; aquella noche te hable, te hice reír y luego hicimos el amor como dos locos hasta el amanecer… como no creer en el destino.


viernes, 5 de septiembre de 2008

LOS OJOS QUE LLORARON

Yo era todavía un niño cuando todo esto empezó, el terrorismo ataco mi pais con tanta violencia que vivimos un infierno, apenas tenia seis años pero ya podía saber lo que era el miedo. Aprendí a tener siempre un paquete de velas debajo de la cama, a correr de prisa hacia mi casa a la primera explosión que escuchara y sobre todo aprendí a rezar y pedirle a dios que acabe con tanto temor y desolación.
Vivía en una calle muy pobre pero llena de amigos, chicos que sentían el mismo miedo que yo ante tanto ruido estremecedor. Y hubo noches en que nos juntábamos entre todos, alguien sacaba la linterna de sus padres y cuando se iba la luz jugábamos a contar historias de fantasmas, aprendimos a reírnos por sobre todas las cosas y cuando se oía la explosión de una bomba no podíamos evitar quedarnos todos callados, pero los mas grandes siempre tenían una palabra de aliento: “esa bomba se oyó muy lejos, no se asusten porque seguimos todos juntos y ellos no se atreverían a meterse a una calle tan pobre como esta”, fue la primera vez que agradecí haber nacido pobre.
Pero el terror aun comenzaba, pronto me di cuenta que ni los pobres estábamos libres de morir despedazados por un coche bomba, yo era muy pequeño para entender por que alguien bombardeaba mi ciudad y también me daba miedo preguntar, creía que la ignorancia era la mejor medicina para calmar tanto miedo. Pero aun recuerdo aquel día en que Salí con mi padre y vi ante mis propios ojos como dos sujetos salían de un auto y segundos después este explotaba en pedazos ante la vista de toda la gente que pasaba. Todos pensamos que el auto estaba vació pero para horror de la gente alguien salio de aquel auto y se arrastraba hacia fuera pero solo pudo llegar hasta la puerta y cayo tendido sobre el pavimento. Mucha gente corrió a auxiliarlo pero al llegar hasta el auto se dieron cuenta que era muy tarde, toda la gente que estaba ahí no podía dejar de temblar ante lo que vieron, el pobre hombre estaba hecho pedazos, sus extremidades estaban regados por todo el auto, lleno de sangre no podía ni pronunciar una sola palabra, solo podía soltar una lagrima de sus ojos que talvez solo yo vi. Aquel pobre señor estaba muriendo y toda la gente a su alrededor solo tenia fuerzas para llorar mientras daban una oración parecida a las que yo hacia cuando me metia debajo de mi cama.
Me acostumbre a la oscuridad después de las seis de la tarde, a las historias de miedo que se mezclaban con risas entre los amigos de mi calle, me acostumbre a rezarle a un dios que nunca vino a salvarme de tantas bombas, de tanta violencia, de tanto dolor. Me acostumbre a tantas cosas pero nunca me acostumbre a creer que esto seria para siempre, los niños de aquella época teníamos una chispa que nos invitaba a soñar que todo esto cambiaria algún día... pues nuestros ojos ya habian llorado demasiado.

SU MANO IZQUIERDA


Ella estaba tendida en la cama tan llena de belleza que podía verse como la noche se opacaba con su sonrisa, sus besos tenían un aroma distinto al que él ya había probado y su voz era una bella melodía para sus oídos sobre todo cuando ella le escuchaba decir: “te quiero”. Eran las dos de la mañana, se podían oír el aullido de los perros y las sirenas de las patrullas cerca de la ventana mientras ellos se amaban sin medida bajo esas sabanas prestadas que se encendían de pasión. El soñaba que eran el uno para el otro.
La radio avisa que esta por amanecer y sus cuerpos aun están juntos y casi inertes por el trajín de sus caricias, afuera esta lloviendo se escuchan gritos desgarradores pero a ellos no les importa, el mundo es muy pequeño en ese instante que no da cabida para salir de aquella habitación. Sus parpados tiemblan dando la señal que esta por despertar y un beso en la mejilla hacen que abra los ojos, él le dijo “te quiero tanto que no se si pueda vivir sin ti” le dibujo una sonrisa y acaricio su cabello como si quisiera saber si seguía soñando. “Llegamos vivos hasta un día antes de conocernos, se que estarás bien” le contesto ella al mismo tiempo que tomaba su mano que la acariciaba para darle un beso.
Las sabanas aun cubrían su cuerpo desnudo, la luna estaba despidiéndose de los gatos y el sol hacia sus primeros intentos por aparecer. Ella podía ser la mujer que andaba buscando, tan llena de tantos defectos como de virtudes, tan bella, tan temerosa del tiempo y de los sentimientos… tan mortal. Sin embargo tenia esa mano izquierda que se escondía bajo la almohada por temor a sus efectos de culpa, aquella mano izquierda donde llevaba su anillo de casada que marcaba nuestra despedida… y que me condenaba a extrañarla por el resto de mi vida.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

CUANDO DIGO FUTURO

Mis sobrinos están creciendo y ya han empezado la escuela, pronto vendrán las preguntas que siempre hacen los niños, y como siempre sucede sus padres evitaran ciertas preguntas porque pensaran que no están listos para saber ciertas cosas, entonces pospondrán las respuestas talvez hasta que lleguen a olvidarlas. Pero en estos tiempos las preguntas ya no se olvidan, incluso existen mas preguntas que respuestas, los tiempos van cambiando y nosotros también.
Y como sucede muchas veces vendrán a buscarme con sus preguntas para saber si yo los podré ayudar. Lo bueno de ser tío es que no tienes esa responsabilidad que tienen sus padres al decirle las cosas, no tienes esa obligación de hablarles tan serio cuidadosos y que ellos no tienen la presión de oírte tan dramáticamente cuando les hablas del mundo real. Apenas tienen cinco y siete años pero sus preguntas poco a poco serán mas complicadas y las respuestas que tendré no siempre podrán ser lo que ellos quieren oír. Es lo malo de crecer, en algún momento de la vida nos pica ese extraño bicho de la inconformidad y hace que queramos abrirnos al mundo que existe a nuestro alrededor.
Como explicarles con el tiempo que una vez existieron países y que ahora ya no están porque no pudimos mantener la armonía entre nuestra misma especie, como decirles que no pudimos cuidar el planeta y por eso ahora ya no existen ríos o lagos que ellos conocieron por sus libros de geografía, como contarles a ellos que en algunos lugares mueren miles de niños por una vacuna que en nuestra ciudad se puede comprar en la farmacia de la esquina o como hacerles entender que con el tiempo hicimos de la guerra un gran negocio y que ahora no existe un solo lugar seguro en el mundo. El futuro se vuelve tan complicado que parece que no existirán buenas respuestas.
Sin embargo les diré que hubo personas que intentaron buscar respuestas que todos quisimos y que a lo largo de la oscuridad aquellas personas nos enseñaron un poco de luz. Les contare que existió alguna vez una madre Teresa, un Mahatma Gandhi, un Luther King que alguna vez soñaron y lucharon por que sus sueños se cumplan y al luchar nos enseñaron a nosotros a soñar también. Les hablare de las estaciones y como la naturaleza se acomoda a su destino, de las aves que no se cansan del aire ni del tiempo, les contare de Borges, de Neruda, de Julio Cortazar y les dire que la vida es aqui y ahora mismo.
No espero tener todas las respuestas cuando ellos sigan creciendo, sin embargo tratare de buscar junto a ellos las mejores respuestas para este mundo que pronto heredaran, porque el mundo que le dejaremos a ellos talvez no sera mejor que cuando nos lo dejaron a nosotros, pero les enseñare a soñar y a construir sueños sobre los escombros que nosotros le hemos dejado...y pedire perdon por nuestra generacion.